Hace unas semanas, en CanalSolidario.org (periódico digital en el que trabajo desde hace ya varios años) lanzamos la iniciativa "Mapea la pobreza", en la que animábamos a los internautas a enviarnos fotos de lo que consideraban pobreza o propuestas para erradicarla, que luego colgábamos en un mapa de Google. Fue emocionante empezar a recibir fotos de Brasil, México, Sri Lanka, Argelia, India, así como de muchos puntos de España... y colocarlas todas en un mapa del mundo como protesta contra la pobreza.
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Desde entonces, me gusta mirar los usos de los mapas porque a menudo se utilizan para visibilizar lo intangible o lo que solemos olvidar con facilidad, por la razón que sea. Uno de los que me han llamado la atención últimamente es el Atlas de la Libertad que he visto en Ciberprensa, en el que ubican en un mapa asociaciones que luchan por las libertades individuales en todo el mundo a partir de información de Reporteros sin Fronteras o Transparency International.
En clave personal, me pongo a pensar en para qué los utilizaría yo... Por ejemplo: Cuando voy por Madrid u otras ciudades, tiendo a fijarme en tiendas de objetos extraños o en tiendas muy especializadas que, cuando las busco, nunca las encuentro. La última fue una tienda de globos terráqueos de todo tipo en Barcelona. Me las apunto en papelitos que luego siempre pierdo pero ¿y si las fuera colocando en un mapa para encontrarlas fácilmente cuando las necesitara? Otra idea: situar en un mapa aquellos sitios a los que hemos viajado y nos han gustado porque son especialmente adecuados para el turismo con niños... Y si los cruzara con otras personas que hubieran hecho lo mismo, ¡sería la caña!
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