miércoles, 31 de diciembre de 2014

El último día de un glorioso 2014

Hace un año me tropecé con una sencilla canción en Youtube que me hizo soñar con tener un atlas en mis manos para empezar un viaje hacia algún sitio que aún desconocía. Y resulta que ocurrió. Desplegué las velas, encaré el viento y llegué hasta aquí, un lugar todavía en ninguna parte. Aún queda mucha travesía por recorrer y las olas me llevan a veces un poco a la deriva. Nada grave. Resoplo y adelante.

No necesito ningún Facebook que me diga cómo ha sido mi año 2014.
Ya lo sé yo: ha sido un año de aceptaciones y renuncias, de callejones sin salida y encrucijadas de ideas, de algún que otro dolor intenso por amistades perdidas, de reencuentros y desencuentros con mis yos distintos y contradictorios, con amigos latentes pero ausentes.
Ha sido un año de lecturas y palabras...¡muchas!, de ilusiones varias y... cientos de cosas más que nunca contaría en un blog, me las guardo para mí.
En fin. Un año para recordar, este 2014.
 

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