Hace tres años estuvimos en Tailandia. Tumbada al sol en la terraza de un hotel de semi lujo en una isla que se recorría en dos horas de motocicleta, me vino una idea para escribir una historia. Era algo así:
Una persona que un día se levanta y no consigue entender lo que hablan los demás, - no es una cuestión de idioma, es que las frases que entran por sus oídos no tienen sentido para ella-; tampoco interpreta las señales de la calle, ni las de tráfico, ni descifra los textos de los documentos de su trabajo...Esa persona mira el mundo a su alrededor pero le tiene que dar su propio significado a cada cosa que ve, porque no comprende lo que la gente le dice.
Creo que eso de que "un día se levanta" me hizo pensar en el desconcierto de Gregorio Samsa convertido en cucaracha en La metamorfosis de Kafka.
Por supuesto, nunca escribí esa historia.
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